dreamin' of Massu

HOLA A TODOS!!!

Comienzo disculpándome por todos estos 6 meses aprox. sin actualizaciones, la verdad es que casi todo el 2010 sufrí de una sequedad creativa que llegó a niveles casi atmosféricos, pero bueno, ya estamos aquí con un nuevo año (feliz 2011 atrasado) y con las pilas ya más recargadas que antes.

Este one-shot lo quería postear en diciembre, pero a causa de mi casi nula imaginación, no pude terminarlo a tiempo como para un pequeño “Xmas Present”, así que por eso tuve que cambiarle el nombre navideño que principalmente había ideado para ponerle algo mas Standard, que quedó bien además, porque pienso va bien con el fondo de la historia. Cierto, esta historia la hice pero algo menos “kawaii” románticamente hablando, ya que me base mayormente en la experiencia de una persona QUE NO SOY YO claro está XDDD. Ojalá les guste y no se preocupen que ya estoy terminando de escribir otro one-shot que espero lo pueda postear pronto.

Como siempre llantos, quejas, ardidez, insultos y todo el cargamontón que me quieran hacer por favor en sección Comentarios.

Atte: YO (osea Miluju)

Pdta: Ojala les guste el nuevo diseño 2011 del blog, Massu- por todo lado ♥_♥

Porque como siempre digo "Hay q renovarse" XDDD

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MILUJU NAVŽDY PRODUCTIONS PRESENTS:

~Starless Løve~

The 2nd One-Shot.

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RIIING!!!

El móvil de Massu sonó intempestivamente haciendo que éste se despierte bruscamente; vio la hora en el reloj de pared que tenía en su habitación y marcaban la 1 de la mañana; “Quién llamará a esta hora?” se preguntó a si mismo, así que estiró su mano izquierda hacia el velador y tomó el teléfono para contestarlo.

- Bueno?

- Hola Massu

- Quién habla? Balbuceó Masuda aun somnoliento

- Soy Tegoshi

Masuda se quedó sin habla, se levantó intempestivamente de su cama y frotó sus ojos fuertemente; ¡No lo podía creer!. Habían pasado ya casi 1 año desde que no sabía nada de Tegoshi, habían perdido comunicación y ni siquiera se encontraban por las redes sociales de la internet. Para Masuda eso era tan repentino que no supo como reaccionar.

- QQ… Qué hubo Tegoshi, tiempo que no hablamos…

- Es verdad, sí, estuve muy ocupado todo este tiempo. Replicó Tegoshi.

- Si, me imagino...

Y comenzaron a conversar, había mucho qué contarse entre ellos. Tegoshi lo hacia con naturalidad, pero Masuda no, para él era algo “extraño” estar en ese momento hablando con él, era algo que no se esperaba, que ni en su más grande sueño lo hubiera imaginado. Pero no era porque le disgustara ni mucho menos, sino porque un tiempo antes de distanciarse –involuntariamente o no- Masuda había confesado sus sentimientos hacia Tegoshi, y éste lo rechazó, y a pesar que siguieron siendo “amigos” y siguieron tratándose como tales, para Masuda fue muy doloroso y triste el tener que seguir en contacto con alguien por el que sus sentimientos ya estaban cruzando el limite hacia lo fuerte, pero que gracias al pasar del tiempo, pudo de cierta manera manejar.

Poco a poco Masuda fue soltándose en la conversación telefónica, hasta que se sintió ya más relajado de lo que estaba al principio; ya podía bromear, reír, y hasta “reclamar” por ciertas palabras o frases vertidas en la conversación. Y así pasaron los minutos; Masuda se sentía cada vez más acogido por la voz susurrante y densa que podía escuchar de Tegoshi al otro lado del teléfono; esa voz que, sin tener un timbre sofisticado o que sin llegar a usar algunas palabras rebuscadas, hacía que sus oídos se llenasen de una calidez que hacía tiempo no experimentaba. Y Masuda se daba cuenta de eso, pero a la vez, no.

La conversación estaba llegando a la valla de 60 minutos, y el cansancio de los 2 se hacia notar poco a poco en los bostezos que soltaban y en las frases que se decían a bajo “volumen”

- Ya tengo sueño... Balbuceó Tego

- Si, mejor vete a dormir, ya es tarde. contestó Massu

- Si, ya estoy en mi camita XDDD. Replicó Tego con cierto tono picaresco en su voz.

- Oh O///O entonces ya platicamos otro día

- Ya, te llamo entonces, chao, Cuídate…

- Chao… O///O

Siempre el “Cuídate” que Tegoshi le decía al final de sus conversaciones -desde las primeras veces que se hablaron- ruborizaban a Masuda sobremanera, y esta vez no fue la excepción. A pesar que había pasado casi 1 año desde que se distanciaron y que ni siquiera sabían de la existencia del otro, aún Tegoshi tenía algún efecto en Masuda. Sin darse cuenta Masuda había caído en el fondo del baúl de sus recuerdos y había desempolvado aquel sentimiento que en algún momento lo hizo sufrir, ese sentimiento al que le había cambiado su nombre por el de “Tegoshi”…

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RIIING!!!

El teléfono de Masuda volvió a sonar, pero esta vez a la media noche. Este tenía el presentimiento de que fuera la persona en quien estaba pensando, y al parecer su intuición no le falló…

- Bueno.

- Hola Massu... ;D

- Ah qué hubo Tego.

- Aquí pues, volviéndote a llamar…Otra vez Tegoshi habló con ese tono picaresco.

- Oh… O//O

Y la conversación se volvió a iniciar. Todo iba de maravillas, se hablaron con naturalidad como en la conversación anterior y como cuando se frecuentaban hace un año atrás, como cuando luego de las clases que llevaban juntos se esperaban para inmediatamente después enrumbarse hacia el camino que ya se habían hecho luego de cada salida, camino que los juntaba, que los unía, que los hacia mas cercanos; así pensaba Masuda, y así creía, o pensaba que Tegoshi se estaba sintiendo, en base a toda su manera de ser tan poco usual, sobretodo hacia él; pero que al final pudo darse cuenta y ver que “No todo es como lo pintan”.

La conversación vía teléfono iba relativamente bien, con los altibajos que cualquier conversación podría tener, hasta que Tegoshi expulsó unas frases que inmovilizaron el corazón de Massu:

- Qué lindo es hablar contigo Massu…

- Hace tiempo que extrañaba oír tu voz…

- Porqué no me llamaste o enviaste mensajes al móvil en todo este tiempo!!! No tengas reparo en hacerlo, ni bien reciba uno tuyo inmediatamente te responderé…

Cada una de estas frases Tegoshi las dijo ya no con ese tono picaresco como de las anteriores, sino más bien algo susurrantes pero a la vez con una voz cargada de añoranza, de ímpetu y a la vez de un sentimiento antiguo que quisiera que regresara. Tal vez a simple “oída” sonaran como frases normales, pero para Masuda esas palabras reunidas en pensamientos removían lo que hasta hace un tiempo atrás sintió con todas sus fuerzas y con todo su ser; ese sentimiento que lo embargaba y que no pudo esconder mas en aquel entonces, ese sentimiento que aunque le dio alegrías momentáneas, la tristezas que trajo después fueron extensas e hirientes, ese sentimiento que ya había bautizado como “Tegoshi, su Tegoshi”…

**********

- Qué tienes que hacer el martes? Preguntó Tegoshi

- Ehhh, nada que yo sepa, por? Contestó Masuda algo extrañado

- Quiero verte…!!!

- Hhh…

- Dime si puedes a las 2pm el martes! Exclamó Tego algo intenso

- Ehhh… si… creo que si, creo que a las 2 estará bien, respondió Massu algo sorprendido

- Entonces a las 2 de la tarde en el centro de la plaza de siempre.

- Ehh ya, esta bien.

Esta proposición de Tegoshi para verse, como lo hicieron tiempo atrás en esa misma plaza y en los mismos asientos que ocupaban ellos antes, hacían volar al infinito a Massu. Su corazón ya estaba llenándose demasiado del ayer que quería olvidar, ese ayer que le había hecho mucho daño, pero que también no quería dejar pasar, y mucho menos aun con la salida que le había propuesto el mismo Tegoshi. Dentro de sí Masuda presintió que tal vez su más grande deseo, ahora desenterrado, podría al fin volverse realidad, y sentía cómo esa esperanza casi perdida comenzaba a crecer y a expandirse por cada extremo de su cuerpo. “Podrá ser acaso… Tego… será…?” se repetía una y otra vez dentro de sí, mientras que su cuerpo no dejaba de vibrar de incertidumbre y nerviosismo.

**********

El cielo brillaba como nunca lo había hecho antes en los últimos meses; estaba entrando el verano con fuerza y todos los caminos estaban llenos de sol. Propios y extraños andaban mostrando sus sonrisas de oreja a oreja, pero el único que estaba con un gesto distinto era Masuda. No es que estuviera triste, al contrario, estaba contento, contento por ver verse con Tegoshi luego de mucho tiempo, pero esa alegría no era completa, ya que tenía el registro pasado de su rechazo.

Su alegría se mezclaba con incertidumbre, con esperanza a la vez, pero también con inseguridad y temor. Masuda caminaba entre todo el montón de gente, oyendo de su portátil las canciones que le hacían recordar a Tegoshi, cantando las canciones que le hacían estremecer cada vez que Tegoshi se acercaba a él en el pasado, pasado no tan pasado, pero pasado al fin y al cabo.

Llegó a la plaza 1 hora antes, “para habituarse al lugar nuevamente” se decía internamente, pero lo cierto es que sus emociones encontradas no lo hacían estar calma. Se sentó exactamente en la misma banca donde antes ellos sentaban sus individualidades, y donde con el pasar de los minutos se iban haciendo uno; eso pensaba Masuda, sentado en ese lugar y viendo nuevamente todo lo que tiempo atrás los rodeaba cuando se perdían en sus mundos. Masuda no se daba cuenta, pero estar ahí esperando a Tegoshi hacía que su corazón comenzara a sangrar; sabía que esa podría ser su última oportunidad con Tego, aunque tal vez no iba a haber tal ultima oportunidad. Como reza el dicho popular, “La pelota estaba en su cancha”.

2:00 p.m. miró Masuda en su móvil. “Seguro salió tarde de su casa, como siempre impuntual” se decía, y siguió escuchando las canciones de su portátil.

2:30 p.m. miró Masuda en su móvil. “Seguro hay trafico, ahorita ya debe llegar” se decía. La ingenuidad era una característica innata de Masuda, y esta vez le estaba jugando una mala pasada.

3:00 p.m. miró Masuda en su móvil. “Tiene que venir, sé que lo hará”. Poco a poco se cegaba a la realidad que estaba frente suyo atacándolo a navajazo limpio.

3:30 p.m. miró Masuda en su móvil, y comenzó a inquietarse; “Será acaso que Tegoshi…”, “No! Imposible!”. Su cabeza de agitaba de un lado al otro tratando de negar lo que estaba pasando. “Él nunca haría eso, o si…?”.

4:00 p.m. Masuda ya no vio su móvil para saber la hora. Se levantó de esa banca que lo había acompañado en esas casi 3 horas de espera devastadora, y se enrumbó camino a casa. Sus pasos se dirigían a ella, pero su cuerpo solo quería dirigirse a la nada, o al todo; a algún lugar donde pudiera arrancarse todo lo que su mente y su corazón habían tejido en esas horas, insignificantes para la vida en sí, pero interminables para él. Y comenzó a recordar toda la desdicha que sufrió desde que Tegoshi lo rechazó un año atrás. El tener que seguir interactuando juntos porque pensaba que así sería más fácil acostumbrarse a él y llegar a ser “solamente amigos”; el llanto que gemía en su interior por todas las ilusiones que se había hecho y que tenía que tirar por la borda; el estar junto a él pero a la vez el estar lejos, por esa distancia que se había creado por la rotunda negativa de Tegoshi.

Masuda no se había ilusionado por las puras, Tegoshi también colaboró fuertemente en que el sentimiento de Massu creciera cada día mas, con sus sonrisas, sus coqueteos, sus miradas fijas a los ojos de Massu, sus acercamientos poco comunes para dos amigos, sus cogidas de manos sin motivo alguno aparente, todos y cada uno de ellos, además de otros mas que no recordaba, pero que sí sentía, habían hecho que el corazón de Masuda latiera cada día mas fuerte, y ahora ese mismo corazón latía con igual o más intensidad, pero por el desplante que había tenido que pasar.

Seguía caminando, y de cuando en cuando se detenía para respirar hondo y así evitar que una pequeña lagrime cayera de sus ojos. Sabía que ese había sido el final de su historia con Tegoshi, final inesperado y teñido con bastante azul, pero que debía asimilar así su pecho se retorciera. Aun tenia la esperanza de que Tegoshi lo llamara para darle alguna excusa creíble de su inasistencia a la plaza, e inesperadamente su móvil comenzó a sonar, parecía que ese deseo se iba volver realidad, aparentemente. El móvil seguía sonando intempestivamente, vio la pantalla y decía “Tego”; todo su ser comenzó a agitarse sin que él lo pudiera controlar, trató de respirar hondo, algo accidentado, y contestó la llamada.

- Bueno...

- Massu!!! Jhm… Todavía te gustan los chicos…? Todavía te gusto yo…???

En el fondo se escuchó una pequeña risita y Tegoshi colgó el móvil. Un sepulcral silencio rodeó a Masuda de pies a cabeza, no pensaba nada, sólo recordaba esas palabras vertidas por Tegoshi con esa voz llena de desdén. No pensaba nada, no quería pensar, simplemente guardó el móvil, inhaló y exhaló profundamente, levantó las cejas, abrió los ojos, pisó fuerte el asfalto y comenzó a andar; aun había camino por recorrer hasta llegar a casa.

~FIN~